Al igual que la pintura la escultura hiperrealista tienen su referente en la fotografía, concretamente en el avance del fotorrealismo. Concebida como estilo y movimiento de arte independiente a finales de 1960 y principios de 1970. Sus origenes se sitúan en Europa y Estados Unidos.
Algunos de los referentes y pioneros en Estados Unidos de la escultura hiperrealista son Duane Hanson y George Segal.
En Europa encontramos, como no, al genial Antonio López, por el que siento especial debilidad (y al que dediqué el post anterior), entre otros grandes artistas. Pero especialmente hoy nos vamos a centrar en un escultor que viene desde el otro extremo del mundo, concretamente desde Australia. Afincado en Londres desde hace unos años, descubrimos a Ronald Mueck. Artista originalmente dedicado al mundo de la publicidad y el cine vinculado especialmente a los efectos especiales, que mas tarde pasó a dedicarse de lleno y con gran éxito a la escultura hiperrealista.
Para sus trabajos utiliza resina y adhiere el vello corporal, las cejas, la barba y el cabello pelo a pelo. El resultado son Creaciones tan impresionantes que confunden a cualquiera que tenga ocasión de observar sus obras en in situ. Un deleite para la vista. Ver para creer…